CON PELITO NO DA MIEDITO
¿Recuerdas la primera vez que te afeitaste el vello púbico?
Con pelito no da miedo
¿Recuerdas la primera vez que te
afeitaste el vello púbico?
El día de
ayer por todas las redes sociales comenzó a visualizarse un meme por el que las
conversaciones se dispararon, eran fotos de unas chicas que en forma de
protesta mostraban sus manos llenas de liquido rojo como si fuera su periodo,
lo hacían mostrando su rostro y frente a la cámara. Mi primera impresión fue
pensar en todo el desprestigio que significa en varios países tener la primera
menarquia o menstruación y que seguramente estaban haciéndolo por eso, los primeros
comentarios eran de chicos de entre 22 y 30 años burlándose del olor a hierro o
de muchachas diciendo que no era necesario, porque a nadie debería importarle.
Después de
esto me sorprendí al ver tantas mujeres en contra de la protesta tome partido y
respondí un par de comentarios salidos de todo, algunas chicas dijeron estar de
acuerdo y me pregunte ¿Si esta situación fuera en otro contexto, que más nos
estamos quitando? Es decir, si somos nosotras quienes no entendemos un acto que
es para mejorar nuestros derechos ¿Por qué pasa esto?
Hoy en día
puedo recordar la primera vez que recibí tres chancletazos por haberme depilado
las piernas cuando tenía trece años, menos mal nunca se dieron cuenta que también
me había depilado la vagina. Desde mi punto de vista al ser tan novata y ver mi
pubis rojo he inflamado después de robarme una cuchilla de las Gillette
rosaditas ya tenía tanta adrenalina que lo único que pensé fue: ¡Por fin me van
a dejar de joder!
Me asuste,
tuve pánico y luego pensé debe ser lo normal que se te ponga la piel así,
aunque ahora me pueda morir de risa por ser tan ingenua de que un montón de
chicas igual de inexpertas que yo me sugirieran hacer lo mismo, no puedo dejar
de pensar que esto es un problema que se repite en cada generación de chicas
pre-puber. En realidad, afeitarse el vello púbico, las axilas o las piernas era
normal para mis compañeras de colegio, claro todas lo hacían bajo un velo de mentiras
con sus padres para no ser castigadas, pero quien podía culparlas en un
colegio católico donde ser femenina era causa de castigo.
Pero ¿por qué lo hacemos y por qué
normalizamos seguir viéndonos como una chica pre púber todo el tiempo que sea
humanamente posible? Si somos objetivos hasta ahora he dicho que éramos un
montón de chicas hablando con otras chicas. ¿De dónde surge la necesidad de
sabotearnos?
¿Es porque queremos encajar con
las expectativas de los hombres? Seamos honestos nosotras en un colegio así no necesitábamos
ocultar nuestros vellos, los habíamos visto crecer con nosotras durante todo el
tiempo juntas y nunca le prestamos atención, hasta que las exigencias de un
ente externo y regulador como el porno, (nuestro primer ESI), comenzó a ser
nuestro principal denominador. Desde encontrar revistas escondidas de los tíos,
hasta ver las trasmisiones en The Film Zone con el soft porno a las 12 de la
noche, era evidente que el canon de una completa falta de vello púbico era
necesario para ver mejor como sale y entra, lo que instituyeron “los productores”
nos jodio, pero mas nos jodio que nuestro principal acercamiento al sexo fuera
ese.
Tal vez estar bien afeitado te
haga sentir más sexi o mejor contigo mismo, pero no puedes negar la picazón o las
erupciones en zonas muy delicadas por arrancar un vellito, ¿realmente vale la
pena? No solo estamos hablando de una vulva estilo Barbie de piel suave y tersa
con axilas artificiales de color parejo, también de pezones y dedos de los pies
que deben estar libres de pelo, porque la petit morte no es para los horrores
de la naturaleza.
Si hay algo que puedo destacar de este
periodo de encierro, (Además de que fue super raro, no necesito ni mencionarlo).
Es que nunca me había dado un espacio para no depilarme. Realmente solo lo hice
cuando quise sentirme más cómoda para usar la ropa interior o algún encaje,
pero darme cuenta de que un poco de vello no hace mal, o que la teta al aire se
siente rico y reconforta mucho más que terminar sacarse el corpiño o brasier a
final del día, eso sí es impactante.
Es mucho más fácil reconciliarse
con este espacio mientras nadie nos ve, tradicionalmente el rechazo existe y
culpan a mujeres como las que se menciona en el primer párrafo de profanar la
cultura preexistente del porno y la depilación obligada. Pero situaciones como
estas cambian nuestros hábitos y cambian nuestra perspectiva ante lo que esta
bien y mal. Si comienza a ser normal ver a mujeres con al menos un mechón de
pelo en su cuerpo entonces tal vez se vuelva normal y más personas cada día optan
por lo que mejor les va y con mejor conciencia de sí mismos.
La percepción de si mismo esta cambiando
de dueño y por fin se esta reconciliando con sus verdaderos dueños. Acepta lo que te sienta bien, la vida
es demasiado corta para estar peleando con todo lo que tienes y recuerda con
pelito no da miedito.
Comentarios
Publicar un comentario